Museo Castro Barros, guardián de la memoria de un chuqueño histórico

En 1966, en la costeña localidad de Chuquis, se funda el Museo Castro Barros, en homenaje a Don Pedro Ignacio de Castro Barros, sacerdote, educador, independentista, miembro de la Asamblea General Constituyente y Soberana del año 1813 y primer diputado por La Rioja en el Congreso de Tucumán en 1816.

EL ORIGEN DEL MUSEO 

En 1920, el sacerdote Juan Carlos Vera Vallejos compra los terrenos donde se encontraban las ruinas de la casa de los Castro Barros, para donarlos más adelante al gobierno de la Provincia de La Rioja. En 1966, junto al padre Felipe Pelanda López, se organiza una comisión para fundar el Museo y se comienza su construcción. 

En el marco de los 150 años de la Declaración de la Independencia, el 9 de julio de 1966, se coloca la piedra fundacional. El acto se realizó el 31 de julio de ese año, en el aniversario del natalicio del presbítero chuqueño.

Se dispuso que en la parte de adelante del terreno se levante un nuevo edificio para que funcione como museo, y en la de atrás se preserven las ruinas de la casa, que durante diez años permanecerán a la intemperie hasta conseguir los fondos para la construcción del tinglado que las protege.

En 1970 se inauguran las instalaciones del «Solar de los Castro y Barros» y en 2007, por resolución N° 244 de la, por entonces, Agencia Provincial de Cultura, se renombrará como Museo Castro Barros.

EL MUSEO Y SUS SALAS

Hasta 1980 el museo solo contaba con tres salas. Desde hace 42 años, las instalaciones cuentan con cuatro espacios destinados a diferentes conceptos relacionados con la figura de Castro Barros, el origen del pueblo de Chuquis, la sociedad chuqueña y el Congreso de Tucumán de 1816.

Es necesario destacar el importante papel que tuvo la familia de Aurelio «Alilo» Ortiz en la preservación de la figura de nuestro primer representante: su padre, Aurelio, estuvo comprometido en la creación y construcción del museo; y su abuelo, Nicolás Aurelio, fue parte de quienes diligenciaron la repatriación de los restos.

ALILO, HISTORIADOR Y BIÓGRAFO DE CASTRO BARROS, FUE DIRECTOR DEL MUSEO POR CASI 20 AÑOS.

Sala Castro Barros: exhibe objetos que pertenecieron a nuestro primer diputado riojano, un libro de Gramática Latina, firmado de puño y letra como Pedro Castro, un libro de lectura espiritual y un manuscrito, único documento auténtico y original que se conserva de Castro Barros, un edicto que él redactó en 1830 cuando era gobernador eclesiástico del Obispado de Córdoba. También una réplica del bastón que usaba en sus últimos días, obra de Lucio Navarro, y la urna de repatriación de sus restos. 

Sala de las Ruinas: conserva la construcción original de la casa familiar, exhibe piezas arqueológicas, que se dividen en dos sectores: El Diaguita, testimonio del habitante originario de la zona; y el Español, que refleja la llegada de los conquistadores en 1646. Ambos relatan la génesis de la actual comunidad chuqueña. 

Sala de la Familia Chuqueña: expone objetos que dan testimonio del desarrollo del pueblo en el último siglo. Uno de los artefactos que se exhibe es un Telégrafo, la única vía de comunicación que tuvo Chuquis hasta 1992 que se instaló una línea telefónica en una cabina pública.

Salón Principal: antes denominado Sala de la Evocación, recordando al 9 de julio de 1816, contiene réplicas del escritorio y el sillón usados en el Congreso de Tucumán, expone también un óleo de grandes dimensiones que representa a los diputados del Congreso durante la primer presidencia de Pedro Ignacio de Castro Barros.

Actualmente este espacio funciona también como Salón de Usos Múltiples para actividades con la comunidad.

EL MUSEO Y LA COMUNIDAD

Desde la Secretaría de Culturas de la Provincia, a través de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, de donde dependen los Museos Provinciales, se promueve como un eje de las políticas públicas el trabajo de los museos con su comunidad a fin de que estas instituciones cumplan con el rol que les es propio y aporten al desarrollo sostenible. En el caso del Museo Castro Barros, los vínculos con la comunidad chuqueña han sido el eje de su gestión gracias a la agenda activa y participativa propuesta por su ex director, Alilo Ortiz, y continuado por Agustín Nieto, actualmente a cargo.

Agustín, director y miembro del equipo de Patrimonio de la Provincia,  resalta la relación que mantiene el Museo con los chuqueños y costeños: «La escuela, la iglesia de Chuquis y de Aminga, la Unión Vecinal y con cada vecino, tratamos de hacer actividades que tengan que ver con la comunidad, desde proyectar una película hasta charlas que sean de su interés», además nos cuenta que «Los 31 de julio festejamos el cumpleaños de Castro Barros, es un momento donde no solo nos abrimos un espacio de encuentro, sino que festejamos el cumpleaños de un chuqueño importante».

UN CHUQUEÑO IMPORTANTE

Pedro Ignacio de Castro Barros falleció el 17 de abril de 1849 exiliado en Chile, sus actividades en nuestro país en pleno proceso de formación de la República fueron de vital importancia, tanto en el orden político como en el religioso y educativo. 

El padre Juan Carlos Vera Vallejos, el obispo Abel Bazán y Bustos y don Nicolás Aurelio Ortiz gestionaron durante años la repatriación de sus restos, que fueron encontrados en un templo donde servía como capellán.

El 25 de mayo de 1926 regresaron finalmente a La Rioja y descansan en la Iglesia Catedral, el Mausoleo que los resguarda, realizado en granito negro y ubicado en el Atrio del templo, fue declarado Monumento Nacional en 1946.

9 DE JULIO DE 2022

Este año se inaugura un gran mural que evoca el pensamiento de Presbítero Castro Barros en relación a la Independencia nacional y la riojanidad. La obra pertenece a la artista amingueña Maricel Andrada.  Ubicado sobre la esquina donde funcionara la Bodega del abuelo de Alilo Ortiz, la impronta de esta producción artística toma inspiración en las palabras que Castro Barros pronunciara el 25 de mayo de 1815: «¡Compatriotas! Rompamos nuestra esclavitud, Emancipémonos Políticamente, y tomemos Nuevo Estado entre las naciones del mundo».